En relaciones públicas, hay un principio poderoso, pero poco usado, reservado solo para quienes tienen una reputación realmente sólida y una vocería impecable: el jiujitsu comunicacional.

Este término, heredado de las artes marciales, consiste en aprovechar la fuerza del “oponente” —en este caso, una crisis— para ganar visibilidad positiva. No es una táctica que se recomiende a cualquiera. Exige trayectoria, coherencia, propósito y mucha credibilidad. Y eso es exactamente lo que estamos viendo hoy con Frisby.

Hace unos días comenzó a circular la noticia de que una persona en España ha intentado registrar la marca Frisby en la Unión Europea. Esto, que para muchas empresas sería motivo de alarma o silencio institucional, se ha convertido en una oportunidad de oro para conectar con el país y movilizar la reputación construida durante décadas.

Lo más valioso de este fenómeno no es solo el respaldo de sus consumidores, sino algo inusual: el apoyo público de otras grandes marcas nacionales, reconociendo a Frisby como un ícono colombiano. Y esto no ocurre por accidente.

Frisby es una marca nacida en Pereira, y quienes vivimos en esta región sabemos que su impacto va mucho más allá del pollo frito. Es una empresa que ha actuado siempre con propósito. Su fundador, Alfredo Hoyos, hablaba constantemente del capitalismo consciente, y eso se ha reflejado en acciones reales: desde su compromiso ambiental con empaques sostenibles, hasta su trabajo social a través de colegios, fundaciones y programas de emprendimiento. No es una marca que solo vende; es una marca que construye sociedad.

Por eso, cuando aparece una amenaza externa, el país se pone la camiseta. Porque la reputación no se inventa en medio de una crisis: se cultiva con cada decisión, con cada valor defendido y con cada paso coherente que da la marca.

Y eso es lo que Frisby está capitalizando hoy. No con campañas agresivas ni con discursos forzados, sino con una comunidad que los respalda y habla por ellos.

Ayer, sin pensarlo mucho, pedí mi pollo Frisby. No porque me lo sugirieran, sino porque ya lo tengo tatuado en la memoria afectiva. Porque la reputación, cuando se ha sembrado bien, florece incluso en la tormenta.

Este caso debe recordarnos algo esencial:

La reputación no es solo un conjunto de atributos de marca. Es una expresión viva de identidad, propósito e impacto real sobre todos los stakeholders.

Y si estás en este sector, vale la pena preguntarte:

¿Estoy construyendo una reputación que me defienda cuando no esté hablando?

Felicitaciones a quienes están detrás de este brillante ejemplo de comunicación y coherencia: Fabián Pulido, Álvaro Hoyos y todo el equipo de Frisby.

En Montes y Co. sabemos que la comunicación estratégica puede ser la diferencia entre el caos y la oportunidad. Si tu marca quiere prepararse para gestionar crisis, construir una reputación sólida o fortalecer el vínculo con sus audiencias, estamos para acompañarte.

Contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados, comprometidos con ayudarte a mejorar tu imagen pública y la percepción de tu marca en el mercado.

Scroll al inicio

Tratamiento de Datos

Autorizo a MontesyCO para el tratamiento de los datos suministrados, de conformidad con la Ley Estatutaria 1581 de 2012 y demás decretos legales, de protección de datos personales, informamos que sus datos individuales están siendo tratados por nuestra Compañía con la intención de brindar campañas de información y fidelización, además de mantener activos los vínculos comerciales y jurídicos con los clientes; salvo que usted de manera expresa nos notifique lo contrario, al correo electrónico contacto@montesyco.com